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Pedro Sánchez de las Mercedes
Enrique II de Castilla se vio envuelto en tantos conflictos que tuvo que hacer donaciones masivas de privilegios, bienes y rentas
Nuestro presidente del Gobierno ha hallado la fórmula para solucionar todos los problemas que se le presentan, una especie de piedra filosofal de los alquimistas, que convertía en oro cuanto tocaba. Consiste, sencillamente, en aceptar todas las demandas, como aquel Enrique II de Castilla que ... se vio envuelto en tantos conflictos –hasta en la guerra de los Cien Años participó– que tuvo que hacer donaciones masivas de privilegios, bienes y rentas y acabó siendo apodado el de las Mercedes. Claro que también se le apodó el Fratricida, pues mató a su hermanastro, Pedro el Cruel, con la ayuda de Bertrand du Guesclin, un guerrero de fortuna francés, aunque a eso no ha llegado Pedro Sánchez. Él se limita a prometer favores, incluidos los que no puede cumplir. Nada de extraño que se le evite.
Especialmente favorecidos son los nacionalistas. He perdido la cuenta de los millones de euros destinados a Cataluña, pero anteayer mismo ABC les informaba de que 450 millones de aquel presupuesto autonómico se dedicarán a fomentar las 'estructuras de Estado' en Cataluña, incluidas las embajadas, Diplocat, TV3, la lengua catalana y la agenda espacial, por no hablar de concesiones puntuales, como el indulto de los condenados por la intentona golpista o esa mesa de diálogo donde va a hablarse de sus pretensiones soberanistas. Mientras los nacionalistas vascos, aparte de un mejoramiento del cupo, que nunca puede faltar, han logrado que aquellos miembros de ETA condenados por crímenes tan abyectos que no se pueden perdonar vayan mudándose a cárceles vascas, que sin ser balnearios resultan mucho más cómodas para ellos y sus familiares. Aunque las mercedes no se limitan a los dos grandes partidos nacionalistas, sino que incluyen a todos aquellos que tienen alguna demanda al Estado, aunque tengan un sólo diputado, ya que todos cuentan a la hora de mantener a Pedro Sánchez en La Moncloa. Por no hablar de quienes exigen el pago en poder, esa que podríamos llamar 'verdadera izquierda', que ha llevado a Sánchez al desfiladero del 'sólo sí es sí' del que aún no ha salido. Hoy comprueba que ceder, aunque sea de metirijillas, no es la mejor política. O se da cuenta de aquello que dijo Lincoln: se puede engañar a uno una vez, pero no a todos siempre.
Pues no crean que en política exterior le ha ido mejor. Pese a su viajar frenético a Bruselas y otras capitales, su eterna sonrisa, sus apretones de manos con los varones, sus castos besos a las damas y sus asaltos en los pasillos a quienes le evitan, los resultados son parcos. Ha logrado, sí, los fondos de recuperación europeos, pero veremos en qué acaban y los resultados que dan, pues hasta ahora sólo han cubierto agujeros. Su apertura a Marruecos ha sido un bumerán y su política ucraniana está en la cola del resto de Europa, habiendo sido reprochada por Kiev en más de una ocasión. Y miren que son sufridos.
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