La vecina jubliada está enganchada a mi polla: qué morbo!

Este chico veinteañero está viviendo una aventura increible. Su novia logicamente no sabe nada pero lleva meses quedando con una vecina, una señora jubilada de sesenta y pico años que le tiene seco perdido. La vieja adora comerle la polla y usarle como juguete sexual cuando quiere. El encantado!